Microcorriente y el “ATP” (trifosfato de adenosina) - skindion

Microcorriente y el “ATP” (trifosfato de adenosina)

La microcoerriente es una modalidad en la que se utiliza una corriente eléctrica de bajo nivel para imitar los efectos del flujo de corriente del cuerpo. Se utilizó por primera vez en la década de 1970 para tratar la parálisis facial periférica aguda de causa desconocida, también conocida como parálisis de Bell, un trastorno nervioso que produce debilidad o parálisis facial en los músculos de un lado de la cara.  La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) aprobó la microcorriente como estimulador muscular a principios de la década de 1980. Un uso común de la microcorriente hoy en día es para el rejuvenecimiento y apariencia de la piel. Los beneficios de la microcorriente incluyen la reducción del aspecto de las líneas de expresión y las arrugas, la mejora de la apariencia del tono muscular, mejora de la circulación, así como estimulación en la regeneración de los tejidos y cicatrización de heridas.  La combinación de beneficios da como resultado una mejora general de aspecto y una apariencia saludable de la piel.

Evidencia científica demuestra que la microcorriente actúa estimulando la producción de trifosfato de adenosina o “ATP”. El ATP se produce en las mitocondrias (estructuras pequeñas de una célula que se encuentran en el citoplasma (el líquido que rodea el núcleo de la célula)) a través de un proceso denominado respiración celular. Al igual que la gasolina es el combustible de un coche, el ATP es el combustible de nuestras células. El ATP se crea a través de la glucólisis, que es la descomposición de la glucosa. La glucosa se desintegra convirtiéndose en piruvato, el cual, entra en la mitocondria, se oxida y produce ATP. A este proceso se le conoce como el ciclo de Krebs. Cuanto más ATP se cree, más suministro de energía tendrán las células.

Científicamente se ha demostrado que el ATP es esencial para que la mayoría de las células funcionen correctamente. El ATP interviene en la contracción muscular, la transmisión nerviosa, la síntesis de proteínas, la comunicación entre células y mucho más. Contribuye a todos los procesos metabólicos y desencadena la producción de colágeno y elastina. Cualquiera puede beneficiarse de un aumento de ATP. La creación de ATP disminuye con el envejecimiento intrínseco, nuestro proceso natural de envejecimiento independiente del entorno.

La microcorriente es un gran tratamiento para combatir los signos del envejecimiento de la piel cuando se tienen expectativas realistas. Deben realizarse una serie de al menos seis a doce tratamientos dos o hasta tres veces por semana para ver el resultado acumulado. Es recomendado que los pacientes se mantengan hidratados incrementando su toma de agua antes de realizarse el tratamiento de microcorriente. Adicional a una hidratación propia, el uso de productos de cuidado de la piel en casa, que contengan vitaminas A, C, E, péptidos y/o ácido hialurónico ayudarán a darle a la piel una apariencia de mayor firmeza, hidratación y aspecto saludable.

En conclusión, la microcorriente con los cuidados caseros adecuados puede ayudar a lograr un aspecto de rejuvenecimiento. 

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